El cuarto cuento del libro "Hombres sin mujeres" de Haruki Murakami me dejó con muchas interrogaciones el personaje principal es el único que tiene nombre Tsujii Habara, en el cuento solo le llaman Habara me imagino un narrador invisible en un momento nos cuentan que a Habara lo habían enviado a House una casa que se hallaba en provincia y una mujer que vivía cerca se ocuparía de él, a modo de intermediaria, su tarea era llevarle comida y otros productos, ya que Habara no salía, la mujer era enfermera de profesión ¿por que, Habara no podía salir y él se conformaba? ¿Quién lo mandó a House que clase de casa era? al último los lectores, nos quedamos sin saber nuestras preguntas y el final del cuento. Cuando ella iba le contaba un cuento, que llegado las 4 de la tarde aproximadamente, lo dejaba con la esperanza de contarle le que sigue al otro día, por eso Habara le puso Sheresade por el cuento de las mil y una noches.
No tenía más que cocinar y leer no tenía gente a quien hablar, nadie a quien telefonear, no podía acceder a internet, no leía periódicos, ni veía televisión, tampoco podía salir de la casa, si Sheresade, dejara de visitarlo quedaría abandonado como una isla, Habara dice Yo mismo soy una isla desierta, estaba acostumbrado a vivir solo.
Un día se quedó pensando en el cuento que le contó Sheresade sobre las Lampreas, Las anguilas tienen mandíbula y dientes, en cambio las lampreas no, en vez de boca tienen ventosas que se adhieren a las piedras que hay en los ríos y los lagos, se ocultan entre las algas y salen cuando pasa una trucha y se pegan a su vientre como parásitos dentro de la ventosa tienen un especie de lengua dentada que utilizan a modo de lima para hacer un agujero en el cuerpo del pez y devorarlo poco a poco, no sé si este cuento es más largo porque quedó inconcluso, como el último cuento
SOLEDAD
Soledad que llama al pensamiento
Soledad más fuerte que el dolor
Silencio en la sala rodeada de gente
Cada uno con su celular
Pensar en problemas que ya no están en el hoy
Silencio estoy solo
aparentar fortaleza en el dolor
En el largo camino de la vida, uno muchas veces se olvida de uno mismo, hasta que las circunstancias producen el gran encuentro.
ResponderEliminarBesos