domingo, 22 de noviembre de 2020

 RECUERDOS





Recuerdos de un tiempo que se fue, recuerdos difíciles de olvidar o simplemente recuerdos solo. Tres títulos para escoger para una narración, tendrían ocho o diez años cuando mi padre nos llevó a mi Madre y a mí a una ceremonia para la bendición de la primera piedra para la construcción de la carretera Huánuco Pucallpa. Yo estaba fascinada viendo volar una cantidad de pajaritos cantando, subían y bajaban, se paraban en las ramas de los árboles, para una niña de mi edad (8-10 años) es difícil que me olvide. Pasaron muchos años y casada con mi marido y la carretera hecha fuimos de viaje a Huánuco, Tingo María, Aguaytía esperaba volver a ver los pajaritos, pero con el ruido del tráfico y los pueblos que iban formándose cerca de la carretera, la gente ofreciendo sus productos, los pajaritos se fueron selva adentro. Viajando por la nueva carretera viendo como las orquídeas de lindos colores crecían con otras plantas cerca de la pista una sorpresa que no esperaba ver.

El auto se paró detrás de una fila de autos y camiones, en pocos segundos teníamos autos atrás la carretera estaba entre cerro y el precipicio, lo que paso fue que hubo un derrumbe de tierra, la suerte fue que al poco  rato llego un camión que llevaba un grupo de campesinos para trabajar más arriba y a alguien se le ocurrió hacer una colecta  para pagar a los campesinos del camión para sacar el derrumbe y gracias a ellos hicieron un espacio que paso nuestro  auto manejado por el chofer, Pepe y yo pasamos caminando y muy pronto llegamos a Tingo María un pueblo chico que iba creciendo a velocidad.

Nos alojamos en el hotel donde comimos, en un momento me asuste ver algo que se movía, pensaba que era una culebra y era la cola de un gato que sus ojos brillaban en medio de la oscuridad de la noche. Al día siguiente por la mañana salimos para Aguaytía, nos alojamos en un campamento que se oía en la noche hablar por radio en inglés.

Noche de luna llena que alumbra la copa de los árboles, su luz resplandece hasta el horizonte a lo lejos rayos y truenos llegan a minutos.

 

 

¡¡¡Noche de luna llena en la selva,

Luna llena rodeada de estrellas

                           No dejes que te coma un agujero negro…!!!

 


Uno de los recuerdos fue una fotografía que nos tomamos en el puente de la Aguaytia El regreso a Lima era días de subida y días de bajada, fuimos contra el tráfico, teníamos que apurarnos para no encontrarnos con el ómnibus de pasajero, cuando llegamos arriba a almorzar justo el ómnibus partía, era el único lugar gasolinera y un restaurante. Y continuando en el viaje de regreso nos encontramos con el puente que estaban reparando, pusieron las tablas para pasar el auto. Mi marido y yo tuvimos que pasar agarrando de la baranda mirando rio abajo y cuando llegamos a otro grifo nos preguntaron. ¿Cómo pasaron si no había pase? Así llegamos felices de nuestra aventura de viaje a Huánuco. 


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